Una economía que mata… a los pobres
"el amor necesita también una organización" (Deus caritas est, 20) Por Ariel Malvestiti (*) “Esta economía mata” (EG, 53), sentenció Francisco en 2013. Una sociedad que convierte el dinero en dios y el descarte en cultura termina devorándose a sí misma. No es posible olvidar a los pobres sin salirnos de la corriente viva del Evangelio. Jesús rompió con la idea de que pobreza o enfermedad son castigo por un pecado personal: “Hace salir el sol sobre justos e injustos” (Mt 5,45). Y dio vuelta la lógica del mérito del rico epulón frente a Lázaro (Lc 16,25). La fe cristiana, cuando es verdadera, no naturaliza la desigualdad: la combate con justicia y misericordia. Francisco, en Lampedusa, recordó la escena de Fuente Ovejuna de Lope de Vega: matan al tirano y, cuando el juez del rey pregunta “¿Quién lo mató?” , todo el pueblo responde “Fuente Ovejuna, Señor” . Todos y nadie. Esa coart...