En el umbral de la revelación
Por Aníbal Torres «Sal fuera y permanece en el monte esperando a Yavé, pues Yavé va a pasar» Vino primero un huracán tan violento que hendía los cerros y quebraba las rocas delante de Yavé. Pero Yavé no estaba en el huracán. Después hubo un terremoto, pero Yavé no estaba en el terremoto. Después brilló un rayo, pero Yavé no estaba en el rayo. Y después del rayo se sintió el murmullo de una suave brisa. Elías al oírlo se tapó la cara con su manto, salió de la cueva y se paró a su entrada. (del Primer Libro de los Reyes) El profundo y exquisito poemario Que todo sea sigilo , de Diego Di Vincenzo (*), constituye una muestra cabal de que la literatura argentina, si se lo propone, o mejor aún, si se dispone a escuchar la Palabra, puede hacer su aporte a la poesía mística. Como muchos saben, este género peculiar conoció la cumbre, al menos en la lengua castellana, con ciertos autores, como los carmelitas descalzos Teresa de Ávila y Juan de la Cruz. Felizm...