Los modos sabios de estar, estando
¡Ay, Pettinato, cuánto laburo que dan ustedes con sus declaraciones absurdas y, para colmo, difundidas en medios masivos! Hubiese querido contestar “sobre el pucho” a tus declaraciones sobre el folclore, pero estuve ocupado componiendo folclore… Una zamba con la “guitarrita”, el diminutivo es ironía pura, imitando tus referencias al “charanguito” y al “bombito”.
Fijate,
por ejemplo, una estrofa de la zamba que
estoy laburando que pertenece al poeta
Néstor Soria, que se nos fue hace poco:
“Quisiera
dejar de herencia
lo que mis ojos miraron,
nacer
con el hombre nuevo,
ser
lumbre del olvidado,
señal
por la encrucijada
de
caminos solitarios”
¿Cómo no inspirarse? Son “temitas”: como la vida, la muerte, tratados con la palabra bien puesta. Ese folclore que decís “no entender”, en tono claramente subestimador, ha escrito páginas bellas sobre la tierra, su gente, sus montañas, su selva, sus desiertos, ríos, llanuras, sobre el tiempo, la vida, la distancia…
¡Vaya
“temitas”, Pettinato! “Temitas” que parecieran destinados solamente a sesudos
tratados de filosofía, pero están en el
folclore. El carnaval, el trabajo, los
oficios, el amor a la patria, el ayer, el mañana, la fiesta, las despedidas y,
en definitiva, la vida… la tierra que es cuna y los pueblos acunados. Te podría instruir si el tiempo mediático no
fuese tan vertiginoso o si el tiempo,
como filosofía de vida, pudiera transcurrir
con la mansedumbre de los modos sabios de estar, estando.
Vos
mismo, con tiempo y humildad, podrías
informarte y educarte acudiendo a un acervo de poesías y músicas que nos
llenan de mensajería, de belleza y de
memoria colectiva. Eso ocurre con el folclore, Pettinato, aquí y en cualquier
cultura de los pueblos. Pero aquí ocurre con un despliegue estético que es
admirado por quienes se acercan a nuestro folclore con una sensibilidad
amorosa.
Declarar
tu extrañeza peyorativamente es todo un alegato de la ignorancia, del
ombliguismo del centro sobre la periferia y de la supuesta supremacía de la
modernidad por sobre las pertenencias de un ayer. ¡No hay modernidad sin
tradición, Pettinato! Por ejemplo, yo que tengo 76 años y una provincianía
inclaudicable, soy más moderno que vos, porque a una zamba le revuelvo las
tripas, las entrañas del ayer e intento vestirla con ideas nuevas.
Y
es ese tránsito del ayer al mañana lo que consagra una tradición y una
modernidad. Hablo de mí no por soberbia,
sino a propósito, para mostrarte que un tucumano no mediático puede tener más conocimientos que un citadino
soberbio y despectivo. El folclore es
tradición y es modernidad, al mismo tiempo, como debe ser.
Ponete
como libro de cabecera a Manuel Castilla y luego conversemos. O al “charanguito”
de Jaime, para entender cómo un sonido mínimo define una montaña
majestuosa. O escuchar el “bombito” de
Vitillo, de Domingo, de Lobo, Cantero, Guevara… (pido perdón por la muchedumbre
no mencionada), para desasnarte sobre ese “temita” de la tradición y la
modernidad y esa definición del “bombito” y del “charanguito”…
Creo
que quien ya nace moderno no es moderno, porque no tiene la referencia de un
ayer que le permita encajar en la categoría de lo nuevo. Hay gente que nace moderna casi por
compulsión. Más que modernas son
modelizadas por un hoy espantoso que destruye las pertenencias para poder
tenernos como lacayos de un hoy consumista, desmemoreado, pero con la fantasía
de estar en “la onda”.
No
entiendo que te molesten estereotipos del folclore, que ciertamente a veces
responden a mandatos del mercado, pero también siempre mantiene esas vertientes
soberanas, condenadas a una marginalidad, que finalmente celebramos. Estar
afuera se celebra a veces. ¿Qué me decís
de los estereotipos de otros lenguajes musicales? La misma percusión y las
mismas máquinas generando barullo en todo tiempo y lugar.
Digo
yo: ¿no se te ocurrió aprovechar tu posición mediática para fustigar a los monopolios
de las industrias musicales que meten basura a los pueblos? Estos son tiempos
de cuestionamientos. En ese sentido, me parece tan oportuna tu franqueza como
tu desatino. Ya es hora de pegar el grito desde las entrañas de la patria para
advertir sobre el daño que pueden producir los aparatos mediáticos y sus
consecuentes pedagogías masivas.
Cuando
te parezca, hagamos un debate. Puedo despojarme de argumentos y debatir con
otras herramientas: con la sentencia de una copla anónima, con el sonido de la
guitarra de Eduardo Falú, con una reflexión de Yupanqui, con el canto ancestral
de Mercedes o con las transgresiones del Negro Lagos. Y te dejaría amable y
respetuosamente con tus reflexiones y tu necesario pedido de disculpas a esta
tierra, a sus gentes y a esas antiguas huellas que perduran.
*
“Pongamos la pata en
tierra
Y desnudemos la verdad
Y enterémonos que hay muchos
Que aunque hayan nacido acá
Son extraños en el pago
Extranjero en su lugar”
(…) Ay-ay-ay, vi'a
de ir parando
Soy un criollo nada más
No vengo a buscar tu aplauso
Solo quiero tu hermandad.”
(Orlando Vera Cruz, “Pilchas
gauchas”)
[1] Las declaraciones de Pettinato se pueden
leer aquí: https://diarioprimeralinea.com.ar/polemica-por-los-dichos-de-roberto-pettinato-el-folclore-me-da-verguenza/
[2]
El
texto es una trascripción de las palabras que el compositor difundió a través
de su canal de You Tube: https://www.youtube.com/watch?v=nXseNzIn7Z4
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