Profesión de fe literaria
Aún no sabemos casi nada y querríamos adivinar esa última palabra que no nos será revelada nunca. El frenesí de llegar a una conclusión es la más funesta y estéril de las manías. Gustave Flaubert, citado por Borges en “Vindicación de Bouvard y Pécuchet ” Por Lucas Adur (*) Días pasados releía una de mis novelas preferidas, Elizabeth Costello , del premio Nobel sudafricano J. M. Coetzee. Como quizás sepan, la novela está protagonizada por una escritora, Elizabeth –que más de una vez cita a Borges– y se nos narran momentos de sus últimos años de vida, ya consagrada: discursos, polémicas intelectuales, recepción de premios. En el último capítulo, una suerte de ensoñación kafkiana, Elizabeth se encuentra en un pueblo de frontera, ante una puerta. Para pasar, debe declarar ante un extraño jurado cuáles son sus creencias. Esa declaración es la clave para poder franquear –o no– el portal hacia lo que sigue –donde, llega a entreverse, una luz aguarda–. Q...